
Por Fernando J. Manzanilla Sarmiento
México tiene acceso preferencial al mercado más grande del mundo. Está exento de los nuevos aranceles que EE.UU. impuso a sus principales socios asiáticos. Y además, está en el centro del fenómeno de nearshoring que está redefiniendo las cadenas globales de suministro.
Entonces… ¿por qué seguimos con pronósticos de crecimiento entre 0% y 2%?
La respuesta es tan incómoda como evidente: no estamos capitalizando la oportunidad.
📉 Proyecciones 2024-2025: tibias en el mejor de los casos
Los analistas más optimistas —como el Banco de México— estiman que el PIB mexicano crecerá entre 1.5% y 2.3% en 2024, y entre 1.2% y 2.0% en 2025.
Otros, como Banco Base y BNP Paribas, se van al extremo: crecimiento cero.
El FMI, por su parte, ajustó a la baja sus cifras a 2.4% para 2024 y 1.6% para 2025.
Y todo esto, a pesar del mejor acceso comercial con EE.UU. y el desvío natural de inversión desde Asia hacia América del Norte.

🚗 Automotriz, supply chains y riesgo latente
El sector automotriz mexicano es uno de los más integrados del mundo:
- México exporta el 43% de las autopartes que EE.UU. consume.
- México importa más del 50% de insumos de sus socios del T-MEC.
¿El riesgo? Que cualquier decisión de política comercial o electoral en EE.UU. —como el regreso de un gobierno proteccionista— pueda descarrilar la cadena de suministro. Y lo más preocupante: México no tiene un plan claro para blindarse.
⚠️ ¿Por qué no estamos creciendo más rápido?
Con todo a favor, aún estamos en punto muerto. Las razones:
- Desconfianza en el entorno político y regulatorio.
- Inversión privada detenida o ralentizada.
- Ausencia de estrategia fiscal, industrial y logística de largo plazo.
- Clima de negocios incierto en año electoral.
Y como siempre, cuando el Estado titubea, el sector privado es quien paga el precio de la indecisión.
🎯 ¿Qué deben hacer las empresas HOY?
- Redefinir su estrategia fiscal y de precios de transferencia, ante un SAT más agresivo y un entorno internacional volátil.
- Ajustar sus cadenas de suministro, anticipando cambios en reglas de origen o tarifas.
- Buscar certeza jurídica y eficiencia operativa, sin esperar a que “el gobierno resuelva”.
- Explorar relocation planning, aprovechando el nearshoring con visión fiscal y logística.
🧠 Conclusión: la oportunidad no es eterna
El mundo está mirando a México. La guerra comercial contra Asia, el T-MEC y el nearshoring nos colocaron en el mapa como nunca antes.
Pero si no actuamos con visión y velocidad, esta ventaja se convertirá en otra oportunidad desperdiciada.
Las empresas inteligentes no esperan. Se preparan, se blindan y toman la delantera.